Los sistemas constructivos con elementos prefabricados en concreto son cada vez más utilizados para la construcción de edificaciones, ya que son altamente eficientes y presentan ventajas con respecto a la construcción tradicional fundida en sitio. Sin embargo, la construcción prefabricada requiere de un diseño mucho más detallado que abarque el comportamiento el comportamiento de las uniones entre elementos ante cargas estáticas y dinámicas.
De acuerdo con el Título A de la NSR-10, se pueden construir edificaciones con sistemas de resistencia sísmica compuestos por elementos prefabricados usando un coeficiente de capacidad de disipación de energía básico Ro=1.5. No obstante, el Título C de la NSR-10 permite usar muros estructurales prefabricados DMO, siempre y cuando se cumpla con la totalidad de la sección C.21.4. De esta forma, el reglamento permite construir edificaciones usando un Ro correspondiente a muros de concreto monolítico DMO, el cual es Ro=4.
Hasta la fecha, la Universidad de los Andes, ha logrado validar de manera satisfactoria el desempeño sísmico de este sistema para edificaciones de hasta 6 pisos de altura con conexiones tipo ducto. Sin embargo, el comportamiento de este sistema para edificios de mediana altura (hasta 15 pisos) es aún desconocido. En primer lugar, aparece doble fila de refuerzo y elementos de borde prefabricados, donde se pone en duda la longitud de desarrollo establecida para las conexiones tipo ducto. Por otro lado, surge la necesidad de unir horizontalmente paneles de muro, para lo cual se propone utilizar la conexión denominada Wire Loop, la cual, hasta la fecha no ha sido estudiada en zonas de amenaza sísmica. Teniendo en cuenta lo anterior, surge la duda de si este tipo de sistema cumple con la metodología FEMA P-695 y tiene un comportamiento similar al sistema de muros fundidos en sitio.